29 ene 2011

Cine hot

Un Jueves por la noche me invitó al cine, me dijo que conocía uno que estaba muy bueno y que quería que lo conociera. 
Aunque la idea no me entusiasmó al principio, después de un rato cuando me empecé a aprontar para verlo, poniendome linda para mi primero y luego para sus ojos, me di cuenta que quizás la invitación podía convertirse en otra cosa. Le conozco la cabecita, siempre piensa retorcido y generalmente cuando me mira ya sabe lo que quiero y lo que estoy pensando.

Llegamos. Me pareció raro que estuviera tan tranquilo, eramos los unicos dos, me explicó que era el cine de un amigo y que lo estaba por abrir, entonces se lo pidió para poder llevarme. Fue a poner la película y yo le esperé en la butaca ansiosa porque no sabía que iba a pasar y un poco nerviosa porque el me ponía así.
 

Cuando llegó hizo la típica me abrazó haciendose el disimulado pero yo le saqué el brazo, nuestra " relación" por llamarla de alguna manera no era amor ni estabamos enamorados ni nada cercano a eso. Simplemente era un touch and go o como le decia yo un tiroteo pasajero. Le dije mira que nosotros solo cogemos, no pienses en otra cosa porque no da y como que se desilusiono un poco pero eso no le impidio empezar a jugar conmigo.

En ese momento me beso suave y tiernamente tomándose su tiempo. Paró. Y me miró a los ojos, nuestras miradas se cruzaron y entendi la razón por la cual me habia llevado ahi.
 
Se subió encima mio mientras las imágenes de la película se reflejaban en nuestros cuerpos y me desvistio con apuro y sin pensarlo.

Era todo en blanco y negro, o por lo menos era lo que yo veía en ese momento, estaba enceguecida de pasión y lo único en lo que podía pensar era en que quería que estuviera adentro mio.
 
Lo desvesti y empecé a arañar su espalda con ganas y sin parar.
Empezamos y ahora me puse arriba suyo y empecé a cabalgar parando de a poco para besarlo y despues seguir sin parar hasta el final.
 
Fue tan raro hacerlo en una butaca en un cine vacío con las luces de la película alumbrándonos las espaldas pero a la misma vez fue excitante.

Despues de casi una hora de sexo desenfrenado nos vestimos y nos fuimos esperando reencontrarnos para intentar algo nuevo.
 
 
 
 

21 ene 2011

Noche de Playa...

Verano.

 Me invito a la playa, de noche. Llevamos vino y una manta. 

Nos sentamos a ver las estrellas, sintiendo la brisa recorrer nuestros cuerpos  y apenas empezamos a conversar, me le tiré encima y lo besé.
 
Era la noche ideal para hacer al amor bajo las estrellas, playa desierta, brisa suave y luna llena.

Sentí sus manos acariciar mis hombros lentamente, después bajar por mi espalda con mucho esmero, me hizo estremecer con sus caricias y mi cuerpo temblaba de placer.
 
Nos desvestimos suavemente, disfrutando de cada momento, de cada mirada y caricia que nos dabamos.
 
Le acaricié su espalda hasta llegar hasta su nuca y su cuello, puntos que funcionaban muy bien en el, lo besé, lo lamí y lo arañé hasta que estuvo listo.

Se subió encima mío, me tomó del cuello y empezó a tirar cada vez con más fuerza de mi pelo, llenandome de placer y haciendome acabar sin parar.
 
Cuando nos dimos cuenta que no dabamos mas de calentura, entró en mi despacito y sin apuro hasta que lo sentí todo adentro mío y pudimos empezar a cabalgar en esta odisea de placer y de ansias.
 
Me besó desde la frente hasta la punta de los dedos de los pies, tomándose su tiempo y recorriendome con ganas y con paciencia, yo explotaba de placer, no daba más, tenía un orgasmo atrás del otro y al darse cuenta de mi reacción siguió besándome, lamiéndome y mordiéndome con más ganas.

Me dio vuelta hasta quedar en cuatro y me penetró por atras, viendo mis lolas rebotar más y mas gritaba de calentura, gemía pero nada de eso nos preocupaba porque la playa estaba desierta. Me las apretaba, me las pellizcaba gozando cada vez más.
 
Cuando nos cansamos me di vuelta y me tocó tomar el control, me le trepé encima y empecé a bajar desde su cuello hasta su entrepierna. Me detuve ahi arañando despacito mientras el gemía mas y mas y lo empecé a lamer hasta llegar a su miembro grande y erecto que me estaba esperando.

Lo miré a los ojos y empecé con mi trabajo, rápido porque el no aguantaba mas pero me tomé el trabajo de recorrer todos sus rincones y cuando me di cuenta que no aguantaba me le trepé encima y me terminó a la segunda cabalgada.
 
Descansamos un poco y despues decidimos meternos al agua y probar ahi.
 
Pero esa es otra historia!